viernes, 15 de enero de 2010

Córdoba en el Aire

Córdoba es un estado en mi mente todo el año, una explicación sincera y a veces descolorida de una ciudad cuya belleza es infotografiable.

Cuando aterrizas en Pajas Blancas, Córdoba te pega en la jeta en el instante que se descomprime la cabina del avión. Es el aire, el tipo de humedad, los ácaros que la habitan, las partículas de tierra, de cemento y de yuyos que la componen que tienen una especificidad única e irrepetible en ningún otro lugar del planeta.
Esto seguramente es cierto de cualquier ciudad, pero en el caso de Córdoba, probablemente porque vamos casi siempre en verano, tiene esa alevosa capacidad de golpearte física y emocionalmente. Esas partículas de aire al inhalarlas te producen un high corto pero de altísima definición, que podría describirse como una intoxicación que causa alucinaciones en forma de memorias de tu vida cuando eras chico, como el recuerdo patente a ese olor entre cemento y wasabi que te venía cuando te pegabas un golpe en el patio del colegio. El high se te pasa en el momento de cruzar la puerta que te lleva a la sala de arribos.

Como cordobés viviendo en el extranjero he comprobado que somos una minoría ínfima en la población de argentinos por el mundo. Hoy llegar a Córdoba en avión desde afuera implica más de un vuelo y las chances de encontrar a otro cordobés en el vuelo incial son casi cero.

Es mentira que te subís a un avión y apareces en otro lado de golpe como si nada, como si te hubieras teletransportado. No digo que se compare con el viaje en barco, pero la experiencia del viaje en avión es larga y tediosa, sobre todo cuando tenés que pasar una noche mal dormido en clase económica anticipando la llegada, pensando en quiénes van a ir al aeropuerto, los encontraré a todos más viejos, me verán ellos más viejo. Es un viaje en el tiempo.

En Aeroparque, en la puerta del vuelo a Córdoba, escuchás por primera vez el canto, que se acentúa cada año y muta hacia un lenguaje en sí mismo. Oís palabras nuevas en los más jóvenes y sonreís cuando escuchás esas inmortales como "ocote", o expresiones demodé como "estupendo" o la clásica  anteposición de los artículos "la" o "el" a los nombres propios.

De Córdoba jamás se podría haber dicho que la queremos tanto porque nos une el espanto. Pero sí se puede corroborar cada vez que uno vuelve que el cielo de Córdoba no existe en otros lugares. El cielo, que tan difícil es de fotografiar, que no es más que una ilusión óptica donde no hay mas que aire y luz.

Felipe e Inés ya están en el aire de vuelta a Londres. Volaron de Pajas Blancas a Aeroparque, se tomaron un café con un amigo y fueron en remis a Ezeiza. En Ezeiza tomaron el vuelo BA246 que llega mañana a la madrugada de Greenwich. Me pregunto si existe alguna posibilidad por infinitesimal que sea, de que partículas de aire proveniente de Córdoba lleguen impregnadas en su ropa o en un recoveco de la valija.


10 comentarios:

  1. Me valgo de una expresion "demode" para elogiar tus palabras...ESTUPENDO!!!
    Me encanto! Me volvi fan del Chancho Peludo.
    Gabi

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  2. Aguante Cordoba, que hermosa ciudad !!!

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  3. Negro me sacaste un lagrimon. Desde Londres me conectaste con Cordoba y por un segundo me sentí ahí. Seguí escribiendo que es un placer leerte.
    Abrazo enorme
    Mariano

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  4. Querido chancho peludo, lo descripto inicialmente no es mas (ni menos!) que el retorno a los afectos, a la tierra conocida y que te pario. Si ya no encontras cordobeses en los viajes internacionales es que vuelven! O les resulta dificil irse... Debe ser su cielo como bien dices ... o la fuerte sensacion de pertenencia .. o el iman que produce la calidez de un abrazo sincero ... Me alegra saber que la flia. esta finalmente unida para darse calor ante tanto frio nordico.
    Abrazo, tu amiga, VP

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  5. muy lindo PEdrito! gracias por compartir esta vision objetiva que a veces nos cuesta tener por estar acostumbrados a ver solo los problemas de la ciudad! me gusto mucho recordar como es mi ciudad!

    Santi L

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  6. Hola!, Que lindo lo que contás, esta bueno poder sacar a relucir lo lindo de nuestra ciudad, siempre estamos mirando lo negativo y como bien decís, está llena de cosas maravillosas, entre ellas lo que más me gusta a mí son los paisajes, colores y olores que nos ofrece en cada estación, yo no me canso de fotografiar, pero me parece que todo lo lindo que contás de lo que se siente volver a córdoba, es, que es parte de tu historia y que sabés bien que acá todo tus afectos te esperan, por lo menos para mí cada una de las fotografias tienen un significado, un momento en que nos hemos sentido realmente muy feliz y creo yo, que si nos alejamos por un tiempo y volvemos al lugar donde sacamos esa fotografia, seguro que ese mismo lugar nos parece mucho más marivolloso o estupendo de lo que realmente es, y la gente con la que compartiste todos esos momentos, podrá estar más o menos vieja, más gorda, flaca o bien igual.. pero siempre sigue siendo la misma gente, esa que realmente te quiere y a la que le encanta compartir su y tu ciudad!
    Un abrazo! Apita.

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  7. HOLA Pedro!!!! Soy Marilyn, me encanta tu blog, no sabia de su existencia, seré una fan!!! Aqui está mi mamá q te manda un beso y se acuerda cuando un dia te hizo una sopa ( cuando todos comiamos un asado hecho por Pablito Ortibelli) , porq estabas enfermo!!!! Jajajajaj, q recuerdos más lindos...! besos! Diino el Felipe!!! Yo tengo una Carlota y ya viene Helena!!! chauuuuuuu!!!!!!!

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  8. Pedro: Qué lindo que tengas esa mirada tan sensible, fruto de la lejanía y de tu capcidad de disfrutar la vida, sabés? Yo que sigo acá en córdoba y trabajando en enero, estuve en Villa del dique, sentadita en un balcón despues de comilona, lancha etc, y miraba el atardecer, Una belleza infotografiable como vos decís y se cortó la luz, MUCHO MAS linda, entiendo por que no solo los afectos, la tonada y las nuevas palabras adolescentes sino nuestro cielo, que seguirás extrañando simplemente porque lo llevas en tus ojos y en tu vida aunque no quede impregnado en la ropa.Divino primo.Besos a la flia y a Felipiño.Moni

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  9. A mi me pasa que cuando viajo a Córdoba digo: "me voy a mi casa" y algunos me corrigen diciendome "ésta es tu casa" y yo les constesto que sí para no pelear, pero en realidad Salta es la casa de mis pichonas y de Jero pero la mía esta allá. En realidad cuando hablo de "casa", de Córdoba, hablo de lugares, olores, fotos, vivencias y sabores muy encarnados en mis raíces. En realidad creo que hay tantas Córdobas como cordobeses que la sienten y que todas coinciden bajo un paisaje y las une la misma tonada. Pero esa Córdoba única tiene que ver con algo muy íntimo de cada uno y que tiene que ver con los recuerdos, con la familia y fundamentalmente con las vivencias de la niñez. Y como dice la zamba "hay que andar y mirar para comprender que no hay cielo como el Cordobés..." y es totalmente cierto... yo anduve y vi..., y coincido... jóse

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  10. Que lindo lo que comentas Primo. Es bellisima Cordoba, cada vez que paseamos por las sierras o me quedo en Cabalango lo confirmo aun mas !! Abrazo, mauri,vicky y mateo

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